La piedra natural para piscinas es una de las principales alternativas a la hora de elegir qué colocar en el borde y a continuación de nuestra piscina…
Hace años, su uso era muy habitual, pero ante la aparición de la piedra artificial o la piedra reconstituida, su demanda fue decreciendo.
Una de las principales razones, su precio, generalmente más elevado. Pero esta tendencia está cambiando, y el número de familias que se deciden a utilizar este material a la hora de decorar su piscina y su entorno, no para de crecer.
El atractivo estético de la piedra natural es bastante obvio, aunque no todos los tipos de piedra son aptos para el uso que estamos planteando, junto a la piscina.
Los tipos de piedra natural para piscinas más utilizados son:
- Granitos. Material poroso muy duro y resistente.
- Piedras calizas. Porosidad natural y resistencia son 2 de sus principales valores.
- Mármol. Material con un alto grado de cristalización, formado a partir de rocas calizas. Tipos como el travertino, carrara o calacatta son algunos de los más reconocidos
- Piedras areniscas. Puede variar bastante en cuanto a color, dureza o porosidad, en función de la diferente composición de sus materiales.
Aunque actualmente también se empieza a utilizar en algunos casos como revestimiento del vaso de la piscina, su uso habitual suele ser en la coronación de la piscina y su continuación o playa.
Aquí, dependiendo de la piedra elegida, recibirá o no un tratamiento posterior para mejorar su durabilidad, su mantenimiento, y también su capacidad antideslizante.
Igualmente, se realizarán los cortes necesarios para adaptarse de la mejor manera posible a las formas de la piscina y su entorno.
Algunas de las principales ventajas del uso de piedra natural para piscinas son:
- Dureza y larga vida útil. Gran resistencia al uso, a los golpes y al paso del tiempo
- Sostenibilidad. Material natural
- Aislante natural. Suele coger una menor temperatura ante los efectos del sol, por lo que resulta más cómodo a la hora de pisar.
Por contra, también tiene algunas desventajas:
- Coste. Su precio suele resultar más alto que el de otras alternativas disponibles en el mercado.
- Reparación y/o modificación. A la hora de arreglar algún desperfecto o tener que cambiar alguna pieza, el proceso resulta algo más complejo al tratarse de materiales naturales y que probablemente no sean iguales en cuanto a textura o color, a los inicialmente colocados.
- Mayor especialización. Requiere de mayor experiencia a la hora de realizar una correcta instalación de todo el material.
A nosotros, el uso de la piedra natural en piscinas nos parece muy elegante y atractivo, aunque lógicamente, aquí también depende mucho de los gustos de cada uno.
Al menos, esperamos que este artículo os ayude a conocer un poco mejor estos materiales y así poder valorar si son la mejor opción de pavimentos para la decoración de vuestra piscina y jardín.