Una de las principales características de los muebles de forja es su resistencia y durabilidad. Son muebles hechos para permanecer en el tiempo pero esto no significa que no requiera un mantenimiento para su conservación en perfectas condiciones.
Mantenimiento:
Uno de los agentes que más afecta a su longevidad es la humedad lo que hace que se oxiden y deterioren, sobre todo cuando se encuentran en terrazas o jardines.
- Limpieza de todos los elementos deteriorados.
- Si existen restos de óxido retirarlos lijando.
- Si no es muy importante el deterioro se puede realizar con aluminio de limpieza. Si por el contrario es más profundo y presenta corrosión se deberá recurrir a los cepillos de acero.
- Para retirar pinturas antiguas utilizar un decapante.
- Una vez finalizadas las labores de limpieza y retirados todos los restos de óxido, dar una capa de protección con una pintura antioxidante, que será la que proteja los muebles. Aplicando todas las capas que sean necesarias.
- Por último, darles un acabado. En este sentido se puede optar por mantener el estilo inicial o darles un nuevo aire cambiando colores y tonos.