En los últimos años, el césped artificial, también llamado césped sintético, se ha convertido en tendencia en lo que a decorar o acondicionar una terraza o jardín se refiere.
Lo que hasta hace poco era territorio casi exclusivo de expertos en jardinería y posteriormente especialistas específicos en la producción y comercialización de césped artificial, se ha ido extendiendo a otros entornos, entre los que destacan la grandes superficies comerciales, y más concretamente a todas aquellas especializadas en decoración, bricolaje, construcción, y como no, en jardinería.
Las ventajas del césped artificial son fundamentalmente su bajo mantenimiento, su fácil y rápida instalación y su diseño, el cual resulta cada vez más natural con diseños continuamente mejorados y que en algunos casos, logran asemejarse tanto al césped natural que resulta complicado diferenciarlos, tanto a la vista como al tacto.
Como decíamos, las grandes superficies comerciales no están siendo ajenas a esta creciente demanda, y cada vez son más los que se afanan en ofrecer a sus clientes una amplia gama de modelos de césped artificial de diferentes calidades y precios, entre los que poder elegir el que más nos guste y se adapte a nuestras necesidades. Así nos podemos encontrar desde modelos muy básicos con pocos hilos de césped y corta longitud, hasta modelos con una gran densidad de filamentos por metro cuadrado, más largos y más “naturales”.
Así es habitual que en estos grandes centros comerciales, por ejemplo nos encontremos que junto al mobiliario y accesorios de jardín, se ubica una amplia gama de césped artifical entre la que poder elegir.
Un aspecto importante que también está favoreciendo su venta en este tipo de centros es el hecho de que muchas personas están perdiendo el miedo a instalarlo por ellos mismos, el famoso “do it yourself”, lo que facilita el auto-servicio, ir a casa y proceder a su montaje.
En cualquier caso, son muchos centros los que también ofrecen su propio servicio de instalación, por si el cliente así lo desea.
Antes de decantarse por un tipo de césped artifical u otro, lo primero que debemos tener claro es el para qué lo queremos; no es lo mismo que vaya a tener un uso meramente testimonial y que habitualmente no se vaya a pasar por encima, actuando como un elemento estético, fundamentalmente, o que por el contrario, lo vayamos a instalar en un espacio con un uso intensivo, pisado continuamente o en contacto directo con nuestros pies o nuestro cuerpo en temporadas de buen tiempo. Lógicamente, es probable que un césped ideal para uno de los casos no lo sea para el otro. Por tanto, es importante definir primero cuál va a ser su uso.
Una vez determinado este aspecto, hay algunos puntos técnicos que deberemos tener en cuenta a la hora de hacer nuestra elección:
- Tipología y calidad de la membrana que sirve como base para el “cosido” de los filamentos o hilos de césped artificial. Podría llegarse el caso de que si dicha membrana no es de calidad, una alta exposición al sol del material, lo deteriore rápidamente.
- Material del hilo o filamento, forma (directo o en v, por ejemplo), longitud y color o colores del mismo, tacto más o menos agradable. Habitualmente nos podemos encontrar con filamentos de medidas que oscilan entre el centímetro y medio y los 4-5 cms, más o menos. Dicha longitud resultará determinante también, teniendo en cuenta el uso que se le quiera dar. En cuanto a las tonalidades, es habitual que las opciones monocolor resulten más artificiales, y otras alternativas con 2 ó 3 colores diferentes, “den más el pego”.
- Concentracción o densidad de filamentos por m2. A mayor concentración, más tupido resulta el césped y por lo general más cómodo resulta, lógicamente, sin perder de vista la calidad de los materiales utilizados. A igualdad de condiciones, como es de esperar, cuanto mayor concentración de hilos tiene el césped, más elevado es su precio.
- Costura de agarre de los filamentos a la membrana. Este también es un punto a valorar ya que de ello depende que con el uso y el paso del tiempo, los hilos de césped artificial permanezcan en su sitio, o por el contrario, se desprendan de la base, lo que resulta difícilmente reparable.
- Garantía. Teniendo en cuenta aspectos como los anteriormente mencionados, los fabricantes ofrecen diversas garantías, lo cual también nos puede servir de referencia sobre la calidad del material que estamos valorando.
En cualquier caso, aparte de todo lo anteriormente mencionado, es importante que el modelo de césped que elijamos nos guste estéticamente y nos resulte agradable al tacto, pudiéndose dar la circunstancia de que el modelo que más nos convence sea más barato que otras opciones que no nos gusten tanto.
De todos modos, si estás decidido a adquirir césped artificial en una gran superficie comercial, resulta recomendable recurrir al asesoramiento de los profesionales que dichos centros ponen a nuestra disposición, pudiendo aclarar cualquier duda que nos pudiera surgir.
Por el contrario, siempre puedes recurrir a los profesionales especializados en jardinería y césped artificial, habituados a trabajar con este tipo de materiales.