La madera de teca, procede de la especie Tectona Grandis, que crece en Birmania, Tailandia, India, Indochina y Java, procede de un árbol que puede alcanzar una altura de hasta 40 m. y 1.5 m. de diámetro. Es muy apreciada debido a que es fácil de trabajar, secar, preservar y por su durabilidad.
Muy aconsejable para los muebles de exterior ya que es resistente a las termitas, los hongos y los insectos, además de ser casi insensible a la humedad. La teca no requiere pintura ni barniz debido a que posee un aceite natural que la hace impermeable, evitando que se deforme, agriete, o se torne quebradiza. Por lo tanto resulta ideal para muebles de terraza, en casas de playa.
Debido a su procedencia, también es muy común verla en mobiliario de interior de estilo oriental, tan de moda en estos días, identifícala por su color pardo, dorado uniforme o marrón medio en algunos casos, por sus vetas oscuras, y por su olor a cuero. Asegúrate de adquirirlos en un establecimiento que te proporcione garantía, ya que actualmente se venden otro tipo de maderas que imitan a la teca, las cuales por no haber tenido un adecuado proceso de secado pueden agrietarse y dilatarse.
Mantenimiento:
La madera de teca es una de las más resistentes al exterior que existen. Su resistencia a la pudrición es muy alta incluso en permanente contacto con el agua. El tratamiento que se le debe dar es Aceite de Teca, ya que al ser una madera tropical grasa no acepta bien otros acabados. Una capa generosa de este aceite impermeabilizará la madera. Una segunda aplicación la protegerá de los efectos perniciosos del sol. El calor, el alcohol y el agua pueden dejar manchas temporales en la superficie, pero éstas desaparecen rápidamente. Otras manchas más permanentes pueden borrarse con una nueva mano de aceite.
Aplicación del Aceite de Teca:
Con una almohadilla de tela (mejor) o una brocha se aplica una generosa capa de aceite. Al cabo de unos minutos se elimina el exceso de aceite con un trapo limpio. A las 6 horas se le da una segunda mano y se deja secar toda la noche.
Al día siguiente se le aplica otra capa y se saca brillo con una bayeta. Las veces que hay que realizar este tratamiento depende de las condiciones climáticas y de su uso, pero normalmente solo será necesaria una aplicación en primavera y otra en otoño.
Puede parecer que es muy laborioso el mantenimiento, pero tenga en cuenta que a una madera normal expuesta al exterior hay que darla un tratamiento anti-pudrición y barnizarla (si se quiere este acabado) prácticamente todos los años y aún así su duración y resistencia a los agentes climáticos es menor. Además, hay pocas maderas con el encanto y belleza de la teca.
