Césped Natural o Césped Artificial

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A pesar de las reticencias iniciales que obtuvo en gran medida, la aparición en el mercado del césped artificial (fundamentalmente por su aspecto sumamente artificial, nunca mejor dicho), actualmente, cada vez está más consolidado su uso, tanto en espacios privados como públicos.

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Esto se debe fundamentalmente a su aspecto cada vez más conseguido y materiales de mejor calidad. De hecho, se dan casos en los que resulta bastante difícil determinar si nos encontramos con césped artificial o natural.

Las diferencias entre unos y otros son lógicas y el determinar cual es la opción más adecuada en cada caso dependerá en gran medida de para qué lo queremos.

El césped artificial conlleva menos mantenimiento (qué no cero) y como decíamos cada vez tiene aspectos “naturales” más conseguidos. Por el contrario, al tratarse de materiales artificiales, absorbe bastante la temperatura del sol.
Esto implica que en momentos de altas temperaturas y fuerte exposición al sol, sea necesario mojarlo de cara a evitar la incomodidad de su alta temperatura, sobre todo si está instalado en espacios de uso de personas, no meramente estético.

Igualmente, al tratarse de materiales sintéticos, la suciedad se adhiere más fácilmente a su superficie, por lo que es recomendable su limpieza y “cepillado” en diferentes momentos, de cara a mantener su aspecto lo más natural posible.

Por otro lado, el césped natural conlleva un mantenimiento muy superior con el consiguiente gasto. Esto resulta aún de mayor importancia cuando se trata de amplias superficies, ya que los costes de mantenimiento se disparan.

A nivel privado, por ejemplo en el jardín de nuestra casa, los gastos son menores, pero no podemos dejar de regar, cortar y demás, el césped, si no queremos que se nos estropee. Algo que no ocurre con el césped artificial.

Por el contrario, es bastante habitual el comentario del frescor y el olor que impregna al césped artificial. Quizás se trate de aspectos más subjetivos pero que no dejan de ser tenidos en cuenta a la hora de tomar la decisión de qué elegir.

En definitiva, el elegir uno u otro, dependerá sobre todo de qué es lo que buscamos conseguir; si buscamos poco mantenimiento y estética o tenemos que cubrir un espacio muy amplio, quizás nos decidiremos por el césped artificial.
En cambio, si nos gusta lo natural, no nos importa un pequeño mantenimiento y no se trata de espacios muy grandes, podemos plantearnos la opción del césped natural.

PS: En la fotografía adjunta figuran un ejemplo de césped natural y otro de césped artificial, ¿Sabrías adivinar cual es cual?

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